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- Rectificadora de Motores CDMX -

Greased Lightning

Greased Lightning

Un auto que por si solo invitaba a las chicas a subirse de inmediato. 

El legendario convertible «Greased Lightning» en el que Danny de los «T-Birds» paseaba a Sandy de la película «Grease».

Un Ford Deluxe 1948. También conocido como el Ford Mercury Coupé V8 3.9 lts. Flathead 1948.

Hace unos días llegó la Pick-Up de un colega rectificador y buen cliente de mi rectificadora desde hace más de 30 años.

Bajaron un block V8 el cual se veía recién pintado, parecía que hacía poco le habían metido mano.

El chofer tomó su celular y me lo dio.

«Es Claudio», me dijo.

De otro lado del celular escucho que me dicen:

– «Hola Jorge, te mando ese block. Es de un Ford 1948; me lo acaban de traer pero de plano les dije que yo no pedí autorización para que te lo llevaran. Está fisurado entre 2 asientos y camisas, además de que un cilindro pasó agua. Echale un ojo a ver si lo puedes salvar, sin compromiso.»

.- «Claro Claudio, que me lo dejen, por como me lo dices, me suena a que ya no sirve, pero dame oportunidad de revisarlo y veremos que se puede hacer.»  Le contesté.

Una vez colocado en el banco de inspección, comencé a estudiar las fisuras.

Sin duda, tenía daños graves en el motor; una tarea difícil de solucionar.

¿Qué debía hacer?

A simple vista el motor aparentaba ya no servir, pero ante un caso como estos no se puede afirmar sin hacer pruebas más a fondo que requerían intervención mayor.

Sería necesario botar los 2 casquillos de los asientos y la camisa del cilindro por el que fugó agua. Una tarea que no podría realizarse sin la autorización del dueño.

Al día siguiente recibí una llamada. Era Claudio

-«Jorge, el dueño del carro va para allá, a tu taller, platicas con él…»

.- «Si, claro. Acá lo espero. ¿Cómo se llama?»

-«Alfonso», me contestó Claudio. 

-«Solo un favor: en caso que determinen que el motor ya no sirve, me lo regresas a mí, por favor. Para evitar cualquier mal entendido.»

.- Cuenta con ello, tu me lo trajiste, a ti te lo devuelvo.

Y colgamos…

En menos de 10 minutos se estaba estacionando frente a mi rectificadora una camioneta nueva, una VolksWagen blanca. Se bajó un señor.

De inmediato deduje que se trataba de Alfonso, así que me acerqué y pregunté:

– ¿Alfonso?

-«Si, es correcto. ¿Jorge?» respondió.

«Me recomendó mucho Claudio contigo. Me dijo que son los maestros de las causas imposibles…»

Me reí, no sé si de nervios o que otra cosa, me incomodó el comentario.

Somos buenos, pero no hacemos milagros, pensé hacia mis adentros.

– «Mira Alfonso, el motor está en muy mal estado, y con lo que hasta el momento he podido ver, no puedo decirte si sirve o no. Necesito botar los 2 casquillos de asientos para saber qué tan profundas son las fisuras y botar la camisa del cilindro que fugó. En base a lo que encuentre abajo, podré decirte que podemos hacer. ¿Me autorizas?»

-«Jorge, acabo de terminar de restaurar ese coche. Apenas lo estábamos probando, lo subieron al 2º piso del periférico, les pedí que no le metieran, no me hicieron caso y ahí se les quedó… tarde alrededor de 3 1/2 años para acabarlo. Ayúdame por favor, tenemos que salvarlo. Haz lo que tengas que hacer.»

– «Perfecto, me pongo a trabajar, en cuanto quite lo necesario te llamo Alfonso, ¿te parece bien?»

Alfonso se fue. Comenzamos botando los asientos; al parecer las fisuras sólo eran superficiales.

Seguimos con la camisa del cilindro 6. Todo parecía que solo habían instalado mal la camisa, pero de pronto…

Una enorme y desagradable sorpresa se nos presentó: un hoyo en la pared del cilindro.

Tomé foto y de inmediato se la envié a Alfonso.

– «¿Te reportaron esto en la reparación?», le pregunté

-«No Jorge», me contestó.

– «Voy a necesitar meterlo a una máquina de contraste con luz negra para localizar todas las imperfecciones y decirte si se puede salvar. Pero voy a necesitar que me traigas todas las demás partes del motor. Después de encontrar esto, me temo que lo demás se encuentra en condiciones similares.»

-“Ok, ¿qué vas a necesitar Jorge?»

– «Cigüeñal, bielas, pistones, árbol de levas, tapas de cilindros, válvulas y tornillería. Por favor, Alfonso.»

Al siguiente día, Alfonso se presentó en mi taller con todas las piezas que le pedí, levantamos inventario y le entregué su copia.

Sacó el celular de su bolsa y me mostró el video en el que se veía como se llevaban a probar el coche.

Una verdadera joya, impecable se veía el auto.

-“Jorge, te voy a compartir algo sobre este coche: era de mi abuelo y ha estado en la familia desde siempre. Tiene un valor sentimental muy alto para mí.”

“Lo acaba de arreglar un mecánico al que le tengo muchísima confianza, pero algo falló.”

“Además, tengo una regla que por primera vez voy a romper: siempre dije que a este coche no le podía meter mano ninguna persona que tuviera menor edad que yo…”

🤯🤯🤯🤯🤯🤯🤯

-«¿Pero qué es lo que acabo de escuchar?, pensé hacia mis adentros.»

.- «Y entonces, ¿por qué me lo estás dejando?» Le pregunté.

“Desde el primer día que vine, me puse a observar los detalles de tu rectificadora, aquí en la entrada tienes 2 fotos, una en blanco y negro de un señor que supongo ha de ser tu abuelo, y abajo de ella se ve el mismo señor ya más grande con otra persona que asumo ha de ser tu papá ¿correcto?”. Me preguntó.

.- Así es, son mi abuelo y mi padre.

-“Investigué quiénes son ustedes y descubrí que la rectificadora tiene algo así como 65 años de existir. Pregunté a varias personas del medio si los conocen y pues son bastantes conocidos con muy buenas referencias y aunque seas mucho más jóven que yo, veo que conoces y que tienes escuela, además de que eres tercera generación al frente de la rectificadora. Así que estoy en tus manos, confío en tí.”

😮😮😮😮😮

Me quedé sin palabras…

– «Cuenta con ello, vamos a poner lo mejor de nuestra parte, toda nuestra experiencia y capacidad. Termino de revisar el monoblock y las demás piezas y te digo que podemos hacer.»

La prueba de contraste en el monoblock nos permitió ver que los daños sólo eran superficiales, por lo que podemos salvar el block.

Al desarmar las bielas del cigüeñal una vez más, otra grande sorpresa, los cojinetes de biela estaban envueltos con masking-tape… 

TRU-CA-ZO de los mecánicos que ajustan motores… ingenio que pretende re-escribir las leyes de la física… 

Pretendía subir la presión de aceite en el cigüeñal, que el “maestro mecánico” de gracias que el motor no se desvieló.

Este tipo de reparaciones “ingeniosas” solo agravan los problemas y siempre acaban decepcionando a los dueños de los motores con problemas y haciéndolos gastar mucho más de lo que hubiera sido, si se hubiese hecho bien desde el principio.

Al medir todos los componentes se confirmó todo… absolutamente todas las piezas del motor y sus cavidades tenían desgaste y deformaciones… algo que JAMÁS SOLUCIONARÍA un AJUSTE DE MOTOR…

El único y viable camino es la RECTIFICACIÓN DEL MOTOR.

Este motor SI tiene reparación… si deseas ver el proceso de principio a fin:

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